La investigación se centró en una vivienda de la zona norte de la ciudad. Con la información proporcionada, la Fiscalía Federal de General Roca encomendó las tareas a la Delegación de Toxicomanía de Allen, que desplegó un trabajo paciente de seguimiento y recolección de pruebas.
Durante ese tiempo, los investigadores reunieron elementos que confirmaban que la casa funcionaba como kiosco narco. Los agentes lograron documentar el ingreso y egreso constante de personas, lo que, sumado a otros indicios, permitió solicitar la medida judicial que derivó en el allanamiento.
El operativo arrojó resultados contundentes: se secuestró cocaína y marihuana lista para su comercialización, dinero en efectivo por una suma cercana a los $2 millones, recortes de nylon utilizados para fraccionar las dosis y varios teléfonos celulares que serán peritados.
Como consecuencia, la Justicia Federal dispuso la notificación de imputación al responsable de la vivienda por infracción a la Ley 23.737. Desde el Ministerio de Seguridad y Justicia de Río Negro, destacaron la importancia y el profesionalismo de la fuerza policial para combatir el narcomenudeo en los barrios.