Cada semana, el laboratorio recibe cientos de muestras provenientes de toda la provincia. Esto se traduce en miles de análisis mensuales, que abarcan desde estudios físicoquímicos —para verificar que el agua contenga las sales y minerales necesarios en los valores óptimos— hasta rigurosos análisis bacteriológicos.
El monitoreo se realiza en todas las etapas del proceso: desde el agua cruda antes de su potabilización, pasando por el agua ya potabilizada en la red. Por otro lado, también se analiza el agua cloacal tratada y cada hora en cada planta se hace un control del proceso midiendo niveles de cloro.
Este seguimiento integral permite detectar cualquier desvío y actuar con rapidez para preservar la calidad y seguridad del servicio.
Este trabajo es llevado adelante por un equipo de profesionales altamente calificados, cuyo compromiso ha sido reconocido a nivel nacional e internacional. De hecho, en las Olimpíadas Sanitarias organizadas por el Consejo Federal de Entidades de Servicios Sanitarios (COFES) y sus pares latinoamericanos, Aguas Rionegrinas fue distinguida en competencias de laboratorio, destacando el nivel técnico y la dedicación de nuestro personal.
El acceso al agua segura es un derecho y la Provincia trabaja todos los días para cuidarla. Desde las grandes ciudades hasta los parajes más alejados, Aguas Rionegrinas está presente para llegar a cada rincón con servicios esenciales de calidad.